Cumplir con el pago de impuestos según el régimen fiscal del contribuyente, evita multas, recargos, gastos adicionales y la suspensión del Certificado de Sello Digital (CSD); lo cual implica no poder generar facturas y cobrar ingresos. 

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Todo contribuyente en México registrado en el padrón del Servicio de Administración Tributaria (SAT), tiene obligaciones fiscales y una de esas tiene que ver con declarar y pagar impuestos.

¿Sabes cuáles son y cómo se clasifican los impuestos en México? ¿Cuáles son los impuestos que deben cumplir las empresas?

Incluso, ¿cuáles son las sanciones por incumplimiento?

Tu régimen fiscal, es importante

Antes de entrar en materia, el primer aspecto a considerar es que, sin importar si tu régimen fiscal sea Persona Moral o Persona Física, la declaración y pago de impuestos es una de las disposiciones a cumplir.

A partir del régimen fiscal registrado ante la autoridad fiscal: Persona Física con Actividad Empresarial, Asalariado, Asimilado a sueldos y salarios o Resico, dependerá saber qué impuestos se deben declarar y pagar.

No olvidar, que según el perfil de las actividades económicas se define el régimen y, así, los pagos y contribuciones a cumplir principalmente con el SAT.

Justo ese es el tema central de este blog y en otra oportunidad hablaremos del las obligaciones con el IMSS e Infonavit.

Principales categorías de impuestos
Ahora bien, existen dos grandes categorías de impuestos:

  • Impuestos directos, se gravan tanto a Personas Físicas como a las empresas (Persona Morales).

    La mayoría de las veces son progresivos y, dependiendo del crecimiento de ingresos del negocio, van aumentando y no pueden ser trasladados. 

    El Impuesto sobre la Renta de personas físicas o el Impuesto Sobre el Patrimonio (IP), son ejemplos.

 

  • Impuestos indirectos, los cuales gravan los bienes y servicios en lugar de al contribuyente individual. Un ejemplo es el Impuesto al Valor Agregado (IVA).


Estos son de carácter regresivo y trasladables: se grava a una Persona Moral y luego se traslada a otro contribuyente; por lo general, al cliente que compra el servicio o producto. 

Este tipo de impuestos son la fuente principal de ingresos del Estado y se aplican a todos los contribuyentes.

Tres categorías a considerar
De manera general, los impuestos están divididos en Impuestos Federales, Impuestos Estatales e Impuestos Municipales.

Todos tienen un carácter de obligatoriedad para todos los contribuyentes.

Destacamos los Impuestos Federales porque son los que impactan y contribuyen a la mayoría de los mexicanos y residentes extranjeros que cuentan con alguna actividad económica en México.

Algunos ejemplos son: Impuesto sobre la renta (ISR), Impuesto al valor agregado (IVA), Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN) e Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), este último aplica al tabaco, la gasolina y el alcohol.

Es decir, es trasladable y aplica a la producción de ciertos bienes y servicios que, por lo general, causan un perjuicio social o su consumo no es deseado.

Los Impuestos Estatales dependen de cada entidad del país y pueden variar según su legislación. Entre estos están: impuesto a tenencia vehicular, diversiones y espectáculos, prestación de servicio y hospedaje

De igual modo, los impuestos municipales son fijados por cada gobierno local. Por ejemplo: Impuesto predial turístico, educacional, fomento deportivo o adquisición de inmuebles. 

Impuestos para las empresas

Ahora bien, si tienes una empresa, los impuestos a considerar son:

  • Impuesto Sobre la Renta (ISR)
  • Impuesto al Valor Agregado (IVA)
  • Impuestos Generales de Importación y Exportación (IGIE)
  • Impuesto Predial
  • Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IESP)
  • Impuesto sobre Nómina
  • Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN)
  • Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE)

¿Qué pasa si no pago mis impuestos?
Es muy importante cumplir con el pago de impuestos, de no hacerlo, de acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el incumplimiento es acreedor a multas económicas y la suspensión del Certificado de Sello Digital (CSD); lo cual implica no poder generar facturas y cobrar ingresos.

De igual modo, la autoridad está facultada para cobrar recargos y gastos de contratación de personal para el cobro de adeudos, auditorías, registros negativos y, en casos muy graves, la cárcel.

No olvidemos que la evasión de impuestos, por ley, es considerado un delito penal; de ahí, la importancia de estar al corriente con dicha obligación y cumplir en tiempo y forma.

Una estrategia a seguir es la automatización de la tarea de declarar y pagar impuestos, aplicando la tecnología: existe en el mercado soluciones de software, e incluso propuestas en la nueba como Factupronto, que proporcionan funcionalidades para la captura, registro y procesamiento de la información dirigidas a cumplir con las declaraciones de impuestos.